Si quienes
abonan los salarios oficiales no pueden rescatar su inversión,
demuestra claramente que su tenor empresarial vibra por debajo de la
marca cero. La consecuencia directa de esta apreciación nos lleva hacia el ocaso
del crecimiento, ya que hace pocas generaciones que el concepto de la democracia
abriga al mundo civilizado, repartiendo golosinas de libertad en
un instante denominado elecciones, pero que exige silencio y sumisión durante
años donde el elegido disfruta de su autoridad de manera absolutista.
Ver nota completa en... Optica Literaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario